Un día como hoy, en 1617 Isabel Flores de Oliva, conocida como Santa Rosa de Lima falleció en Lima Perú.
Tras haber dado signos de una intensa precocidad espiritual, a los veinte años tomó el hábito de terciaria dominica, y consagró su vida a la atención de los enfermos, niños y a las prácticas ascéticas, extendiéndose pronto la fama de su santidad.
Tras cinco décadas de procedimiento, el papa Clemente IX la beatificó en 1668, y un año después la declaró patrona de Lima y de Perú. Su sucesor, Clemente X, la canonizó en 1671; un año antes la había declarado además patrona principal de América, Filipinas y las Indias Orientales.