Niño Brochero

Transcurrió su vida en una vivienda de la localidad adquirida por sus padres Ignacio Brochero y Petrona Dávila en 1837. Naciendo en 1840, permanece en Villa Santa Rosa hasta 1856, cuando viaja al Seminario Mayor Nuestra Señora de Loretto en la ciudad de Córdoba. Para 1866, ya habiendo dado su primer misa vuelve a nuestro pueblo, pero regresa a la ciudad de Córdoba y de allí al oeste en 1869. Se lo vería en algunos veranos en Villa Santa Rosa oficiando misas, casamientos de amigos y visitando parientes, pero no se establecerá en este pueblo hasta su retiro en 1906. Así vuelve a la Villa para retirarse, pero no se quedará quieto y continuó impulsando el desarrollo económico de su viejo curato intentando impulsar el ferrocarril. Para 1912 se iría nuevamente de Villa Santa Rosa hacia Villa del Tránsito en traslasierras a permanecer bajo los cuidados de su hermana Aurora, con quien moriría en 1914. Brochero así recibió en Villa Santa Rosa su formación inicial y podemos decir que gran parte de sus valores de solidaridad, caridad e ideales de progreso y trabajo duro fueron impartidos desde esta localidad. Pero también devolvió mucho a esta Villa, así su obra no se limitó al curato de traslasierras, sino que en Villa Santa Rosa observamos una gran impronta de Brochero. Intervino ante el Estado provincial gestionando un subsidio para la construcción del colegio de las Hermanas Dominicas que concluyeron su edificio en 1895. También firma en 1910 junto a otros vecinos solicitando la modificación de la traza del ramal Seeber Deán Funes Quizás su figura continuó inspirando por añosa sacerdotes locales que fueron los responsables de la construcción del edificio municipal (Pbro. Moisés Quinteros), del instituto El Salvador (Pbro. Francisco Ferreyra), del nuevo templo parroquial (Pbro. Dr. Horacio Ferreyra) y del club Ateneo (Pbro. Manuel Andreata)

Milagros

El padre Brochero llevó una vida ejemplar, entregado al cuidado de los enfermos, atendiendo a los más necesitados con obras caritativas, entendiendo además que el progreso económico, cultural y educacional deben acompañar toda práctica caritativa. Al mismo tiempo en su labor pastoral fue devoto de los ejercicios espirituales de San Ignacio. Atendiendo a esto fue el responsable de la construcción del acueducto de Villa del Tránsito, de la Escuela de niñas, de la Casa de Ejercicios espirituales, de incontables capillas serranas, 200 kilómetros de caminos transerranos y de su sueño inconcluso el ferrocarril de traslasierras. No obstante esta impresionante obra de vida social y apostólica para llegar a su beatificación fueron necesarios el ser reconocidos 2 milagros. El primero y el más difundido fue el de Nicolás Flores, que sufrió un accidente automovilístico a meses de haber nacido (en el año 2000) y sin explicación científica, tras la solicitud de intercesión del padre Brochero se recuperó en un tiempo impresionante, de hecho su masa ósea se recuperó en 6 meses y sus funciones auditivas, motrices y visuales que en primera instancia los médicos decían no recuperaría hoy posee plenamente. El segundo milagro data del año 2014, cuando una niña sanjuanina de 8 años de edad llamada Camila Brusotti, tras haber recibido una brutal golpiza de su madre y su padrastro, con 2 meses de terapia intensiva y su cerebro comprometido en apenas 3 meses sin explicación médica y con la constante oración de sus allegados por la intercesión del padre Brochero, la niña se recuperó y hoy a pesar de tener algunos problemas motrices desarrolla una vida completamente normal.