Brochero
El cura Brochero en Villa Santa Rosa
Historia
Brochero así recibió en Villa Santa Rosa su formación inicial y podemos decir que gran parte de sus valores de solidaridad, caridad e ideales de progreso y trabajo duro fueron impartidos desde esta localidad. Pero también devolvió mucho a esta Villa, así su obra no se limitó al curato de traslasierras, sino que en Villa Santa Rosa observamos una gran impronta de Brochero. Intervino ante el Estado provincial gestionando un subsidio para la construcción del colegio de las Hermanas Dominicas que concluyeron su edificio en 1895. También firma en 1910 junto a otros vecinos solicitando la construcción del ramal Seeber Deán Funes, pasando por la vecina localidad de La Puerta, que se terminaría en los siguientes 3 años. Y que luego daría origen al ramal ue se construyó en 1930 y llegó a unir a Villa Santa Rosa con la ciudad de Córdoba. Quizás su figura continuó inspirando por añosa sacerdotes locales que fueron los responsables de la construcción del edificio municipal (Pbro. Moisés Quinteros), del instituto El Salvador (Pbro. Francisco Ferreyra), del nuevo templo parroquial (Pbro. Dr. Horacio Ferreyra) y del club Ateneo (Pbro. Manuel Andreata)
Milagros
No obstante esta impresionante obra de vida social y apostólica para llegar a su beatificación fueron necesarios el ser reconocidos 2 milagros. El primero y el más difundido fue el de Nicolás Flores, que sufrió un accidente automovilístico a meses de haber nacido (en el año 2000) y sin explicación científica y tras la solicitud de intercesión del padre Brochero se recuperó en un tiempo impresionante, de hecho su masa ósea se recuperó en 6 meses y sus funciones auditivas, motrices y visuales que en primera instancia los médicos decían no recuperaría hoy posee plenamente. El segundo milagro data del año 2014, cuando una niña sanjuanina de 8 años de edad llamada Camila Brusotti, tras haber recibido una brutal golpiza de su madre y su padrastro y con 2 meses de terapia intensiva y su cerebro comprometido en apenas 3 meses sin explicación médica y con la constante oración de sus allegados por la intercesión del padre Brochero, la niña se recuperó y hoy a pesar de tener algunos problemas motrices desarrolla una vida completamente normal.